miércoles, agosto 03, 2005

sin nombre









El beso de Edvard Munch

En tí me reconozco
si te miras en mis ojos
y aplaudo el marullo
del sabor de tu boca.
En ocaso oportuno
arrullo tu nombre
pero la noche no basta
para hacerte mío.
Tuya,
me encuentro
en el zigzag de mi hoguera
y tiemblan mis manos
al tocarte en mí.
Aplaudo a escondidas
esa voz que me mima
pero me hago la fuerte
y me quiebro por dentro.
Alucino canciones
con tus manos precoces
y mis besos,
hilados de luna:
se desprenden
caigo con ellos
añico mi deuda.
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